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La provincia de Castellón tiene dos “Joyas de la Corona”, una es Peñíscola al borde del mar mediterráneo; la otra, Morella, a casi mil metros sobre el nivel del mar. Entre estas dos ciudades históricas que guardan un aire medieval protegido por sus murallas y castillo solo media una distancia de 45 minutos o sesenta kilómetros, según se mida espacio y tiempo.

Tras un paseo flanqueado por campos de secano con almendros, viejos algarrobos, olivos milenarios, bosques de robles, encinas y hierbas aromáticas, el vuelo majestuoso de aves rapaces preludia la silueta de Morella que aparece como un trasatlántico que navega sobre un mar de montañas. Sólo por contemplar esta vista panorámica merece la pena acercarse a la capital de Els Ports (hay un mirador en la carretera CV12 dirección Ares para contemplar Morella desde la distancia), no hay que perderse la vista nocturna los fines de semana y festivos con la iluminación monumental.

Pero Morella es mucho más que una impresionante vista general, es una ciudad en la que el pasado y presente se conjugan en perfecta armonía. Morella está repleta de preciosos detalles y múltiples actividades que se suceden durante todo el año, se puede hacer un recorrido a pie por sus 2 Km de muralla, para contemplar las diferentes puertas y torres medievales, se pueden visitar las torres de San Miguel que forman parte de la entrad principal de la ciudad, albergan diversos juegos medievales (Torres del Joc), por lo que son una visita recomendada para niños, también existen diferentes museos, el museo de los dinosaurios, donde se exponen restos fósiles de los dinosaurios que habitaron esta tierra hace millones de años, el muso de sis en sis, dedicado a dar a conocer las fiestas más importantes de la ciudad, el Sexenio, el último fue el 2012 con lo cual el siguiente se celebrará en el 2018.

Otra visita recomendad es la Basílica de Santa María la Mayor, uno de los templos góticos más importantes de la Comunidad Valenciana y una joya digna de visitar, donde destacan el órgano, la escalera del coro y el altar mayor barroco. Y el Castillo, subir hasta lo más alto de esta fortaleza militar repleta de historias y leyendas constituye una de las visitas más espectaculares que se pueden hacer en Morella, las vistas desde la plaza de armas abren la mirada a un mar de montañas.

El acueducto medieval situado en la entrada norte de la ciudad es otra de las maravillas de Morella y pasear por las calles adoquinadas y sobre todo por la calle porticada del mercado te transportarán a otra época, llena de sensaciones y emoción. La artesanía y la gastronomía son otro de los encantos de la ciudad medieval, existe una gran variedad de productos que destacan por su calidad. Y la montaña también ofrece al visitante la posibilidad de realizar actividades de senderismo o rutas btt.

Morella es una joya catalogada recientemente como uno de los Pueblos más Bonitos de España, pues ya lo dijo el rey Jaime I “Morella es llogar que fa per nul hom del mon, sino a Rei”, es decir, “Morella no es lugar para ningún hombre, sino es para el Rey”