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Autor de la fotografía: TodoPeñíscola
Ya están iniciadas las obras del Museo del Papa Luna.
August 9, 2011 - 17:08
El equipo de arquitectos que llevará a cabo la restauración de los bajos de la Iglesia Parroquial de Santa María, donde se encontraban las dependencias de la antigua prisión, han comenzado los trabajos de eliminación de humedades y el estudio de las patologías para rehabilitarlo y acondicionarlos como espacio museístico, cuya temática estará dedicada plenamente al Papa Luna. Estas obras se encuentran en su fase inicial, fase dedicada al acondicionamiento de las salas para su posterior rehabilitación.
El Museo del Papa Luna, está en proyecto desde la pasada legislatura y avanza según lo previsto en esta primera fase que se completará a lo largo de esta anualidad.
Con la realización de las primeras tareas, los arquitectos han podido acreditar que existen cuatro salas abovedadas anexas, y aunque en la actualidad se encuentra cegadas podrían abrirse y restaurarse para ampliar así el programa inicial del museo.
Una de estas dependencias fue ya abierta en la rehabilitación que se realizó para la exposición de la Luz de las imágenes en el año 2004, pero tras las obras se clausuró. El aprovechamiento máximo de los espacios que ofrecen las mazmorras de la Iglesia Parroquial es esencial para conseguir unas instalaciones dignas de un museo de esta índole, el cual se espera poder abrir al público el año próximo.
Las sala que se encuentran actualmente en adecuación, van a exhibir como piezas estrella del museo las tres joyas del siglo XV pertenecientes al tesoro pontificio del Papa Luna, estas piezas de orfebrería de gran valor son propiedad del mismo Ayuntamiento de Peñíscola. Estas joyas son la Cruz Procesional de Benedicto XIII, de 1414, regalada al pontífice por el Consell Valencià y elaborada en los talleres de orfebrería de Sant Mateu y, tal y como afirma Joan Baptista Simó, cronista oficial de la ciudad, “tiene un valor incalculable y un mérito artístico excepcional”. La colección de piezas de excepción se completa con el Cáliz del Papa Luna, que lleva el escudo pontificio y es de un estilo muy extendido por toda la antigua Corona de Aragón. Finalmente el Lignum Crucis del Papa de sucedió a Benedicto XIII, Clemente VIII, cerraría el triángulo de piezas de mayor valor que se podrán visitar en el futuro museo.